Módulo 3:Lección 5: Convalidar una intuición

Paso 8

Convalidar una intuición

La mayor parte de las personas tenemos tendencias defensivas que evitan que admitamos que las intuiciones del otro son ciertas. Quizás admitirlas es un signo de debilidad o no queramos herir los sentimientos de otros.  La persona que tiene una intuición respecto a la otra necesita convalidarla para poder sostener con ella un diálogo emocionalmente maduro.

Conversar sobre los mutuos sentimientos puede dar resultados espectaculares,  especialmente cuando ambas personas se comprometen a un diálogo franco. La intuición cuando se la utiliza bien puede ayudar a la comprensión mutua. La educación emocional dice Steiner,  implica honrar la intuición de los demás, no desestimarla,  hay que  buscar los motivadores de esa intuición.

Cuando se abre el corazón, y siguen con afirmaciones de acción/sentimientos y la convalidación de la intuición,  se produce un dialogo emocionalmente maduro que deja de lado las sospechas, los temores, las recriminaciones y la culpa. A partir de estos diálogos, la gente aprender a hablar sinceramente y a proveer información  acerca de sus sentimientos. De esta manera, descubren cómo sus acciones afectan  los sentimientos de los demás y cómo sus intuiciones reflejan y distorsionan la realidad. 

A partir de estos diálogos las personas aprender a hablar sinceramente y a proveer información acerca de sus sentimientos. De esta manera, descubren cómo sus acciones afectan los sentimientos de los demás y cómo sus intuiciones reflejan y distorsionan la realidad. Todo esto se lleva adelante sin enjuiciamientos, acusaciones ni caos emocional  y se trabaja en pos de la confianza.

A medida que la confianza y la comunicación  sincera se van desarrollando en una relación, las personas comienzan  a compartir sus intuiciones y a encontrar el rasgo de verdad que les permite legitimar las intuiciones de otro.  Este continuo diálogo compresivo hace que las personas vayan sintonizando las emociones del otro.  Cada uno aprende cómo puede sentirse el otro en ciertas situaciones y qué cosas lo hacen sentir mejor. A partir de la práctica de estos intercambios, la intuición va madurando y se convierte en una fuente sentimiento de empatía. La intuición a menudo comienza siendo una vaga comprensión de la que apenas tenemos conciencia, para convertirse luego en una poderosa linterna que ilumina todo el paisaje emocional para tonarlo familiar  y accesible.

Los 10 mandamientos de la Educación Emocional

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